Sony, siempre se ha destacado su calidad de sus acabados y especialmente por tener las mejores cámaras del mercado, que a su vez los suministra a otras compañías, eso si, en el último tiempo eran modelos abrurridos, incluso en un momento se habló de exceso de blotware en sus dispositivos.
En el último tiempo ha tenido una poco afortunada dirección en cuanto a los diseños de sus paneles, bordes muy gruesos, sobre todo los bordes superior e inferior. En esta edición si ha mejorado en este aspecto, ayudado por el nuevo formato panorámico de su pantalla, aún así, esta lejos de lo presentado por ejemplo por Xiaomi en sus modelos de gama media.
Destaca en la parte trasera de un diseño brillante y levemente curvo, que no hay duda que será una buena idea ya que es más agradable al tomarlo con una mano, y que en general elimina el diseño de angulo recto. Además se suma a esta tendencia muy similar a lo presentado anteriormente por HTC, además cuenta con protección por Corning Gorilla Glass 5.
Las medidas de este dispositivo es de 153 x 72 x 11.1 y un peso de 198 gramos, aquí no se destaca por su delgadez, es bastante grueso y además pesado, debido quizás a la tecnología incorporada en la pantalla como en el nuevo sistema de vibración. Además cuenta con certificación IP68.
Ahora con el lanzamiento del XZ2 subsana este desvío en la tendencia de una pantalla sin bordes y formato alargado. Este nuevo buque insignia posee un panel IPS LCD de 5.7 pulgadas Full HD+ con 424 ppi, con capacidad HDR, formato panorámico de 18:9, con bordes 2.5D, alejado de los expuesto por Samsung ó Nokia. El panel frontal, como es de esperar, se encuentra protegido por Corning Gorilla Glass 5.
Respecto al procesador, no podía ser menos, incluye el mismo que varios otros flagship tendrán, se trata del Qualcomm Snapdragon 845 octa-core con 4 núcleos Kryo 385 a 2.7Ghz para actividades de alta exigencia y otros 4 núcleos Kryo 385 Silver a 1.7Ghz para un rendimiento moderado en caso que se requiera. Lo acompaña una gpu Adreno 630, con versiones de 4 y 6 GB de RAM.
Respecto al almacenamiento interno, posee un única versión de 64 GB con capacidad de almacenamiento extra mediante tarjetas microSD de hasta 400 GB.
Monta una solitaria cámara trasera de 19MP, (apostando en la misma línea de Google) con una apertura de 2.0, de 25mm, un tamaño de sensor de 1/2.3", y un tamaño de pixel de 1.22um, vídeo 4K HDR y slow motion Full HD 960fps, algo hemos visto no solo Samsung puede hacer esto. En la parte frontal cuenta con una cámara de 5MP, f2.2, 1/5", gyro EIS, vídeo 1080p.
En este apartado le sale gente al camino al Galaxy S9+ de Samsung, ambos ofrecen casi las mismas funciones montadas en una cámara. Excepto la apertura automática f1.5 - 2.4.
Luego, debajo de la cámara trasera vemos ubicado el sensor de huellas dactilares, mucho mejor ubicado que los Galaxy S8 y S9, incluyendo la gama media-alta Galaxy A8.
Entre otras cosas que ha gustado, en la capacidad de integrar un sistema de vibración, similar a los PS4, que como mencionamos anteriormente a propósito de una filtración, puede emular sensaciones al momento de ver, por ejemplo, una película. El sonido es de calidad estéreo con altavoces en la parte superior e inferior. Además se ha eliminado el conector jack, obligando a adquirir los accesorios necesarios.
La batería que integra es una de 3180 mAh, algo ajustada pero que siempre viene acompañada del modo Stamina, pero lo malo de estos sistemas es que capan por ejemplo la velocidad del procesador evitando disfrutar de su mayor performance si olvida desactivarla.
Además cuenta con carga inalámbrica y carga rápida con una capacidad de carga del 50% en media hora, algo alejado de los 15 minutos que ofrecen otros modelos.
El precio de este dispositivo rondarán los 800 euros, disponible el colores Gris, Negro, Verde y Rosado.
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