Ahora, los de Cupertino tendrán que afrontar dos demandas, uno en Chicago y otro en Los Ángeles, aduciendo que el algoritmo que limita el procesador no fue informado a los consumidores, pasando a llevar los derechos fundamentales del consumidor, así también como una forma de hacer innecesariamente a los iPhones con 2 o más años sean viejos y lentos en comparación con los más nuevos.
Estas demandas harán mella en la confianza de los consumidores, aunque firmas como Google, Samsung, y otros, también se sospecha que hacen un acelerado cronograma de obsolescencia programada, al aplicar actualizaciones de seguridad y de versión con tan solo hasta 2 años, siendo que a nivel de software no son para nada limitados. Esto puede llevar a otros a realizar demandas compensantorias a estas empresas.
Por ahora, Apple ha manifestado que la limitación del procesador para proteger la batería afectan a los iPhones 6, 6s y 7 con la versión de iOS 11.2
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